Festival de Cine de Berlín: “BlackBerry”, ascenso y caída de un fenómeno mundial

Festival de Cine de Berlín: “BlackBerry”, ascenso y caída de un fenómeno mundial

La película que narra la génesis del famoso dispositivo portátil se presentó a concurso. También compitió la alemana “Algún día nos lo contaremos todo”.

La historia de la BlackBerry a concurso en la Berlinale: entre las primeras películas que optaban al Oso de Oro figuraba un filme centrado en la génesis, el éxito mundial y, en última instancia, el grave fracaso del famoso dispositivo móvil.

Titulada simplemente “BlackBerry”, esta película canadiense dirigida por Matt Johnson describe el encuentro entre el ingenioso ingeniero Mike Lazaridis y Jim Balsillie, un hombre de negocios con fuertes inclinaciones comerciales: uniendo sus fuerzas, crearon y vendieron un auténtico fenómeno mundial, capaz de influir en gran parte de la tecnología posterior.

La BlackBerry cambió la forma de trabajar y de comunicarse pero, tras el enorme auge, llegaron también los primeros problemas: la competencia de otros smartphones que estaban naciendo (empezando por el iPhone, mencionado explícitamente en el transcurso de la película), así como una serie de graves distracciones, posibles prevaricaciones y confusiones directivas que, todo junto, condujeron al repentino final de una de las marcas más exitosas de la historia de la tecnología.

Inspirándose en la novela de Jacquie Mcnish “Losing the Signal”, Matt Johnson ha creado una película centrada en este meteórico ascenso y en la catastrófica desaparición de BlackBerry. A partir de este punto de partida, se desarrolla una película que aborda la carrera desenfrenada por los avances tecnológicos, relatando personajes que acaban perdiendo el alma para alcanzar el éxito.

Referencias a “La red social
Es fácil pensar en la excelente “La red social”, centrada en el nacimiento de Facebook, pero frente al estilo riguroso y preciso de David Fincher, Matt Johnson opta en cambio por el uso de cámaras en mano y una mirada semidocumental de la historia. No falta material de archivo, extraído de reportajes y vídeos de la época, que intercalan una narración que avanza a buen ritmo de principio a fin. La estética de la película no es gran cosa y la narración tiene pasajes excesivamente previsibles, pero en conjunto es un producto que se ve con agrado.

Capaz de dejar varios puntos de reflexión sobre lo oscilantes que son las modas y las tendencias hoy en día, “BlackBerry” no es desde luego un producto memorable, pero no deja de ser un entretenimiento honesto que propone temas importantes.

Cabe destacar que el director Matt Johnson interpreta a Doug, el mejor amigo de Mike Lazaridis y cofundador de su empresa.

Algún día nos lo contaremos todo
También se presentó la primera película alemana a concurso: “Someday We’ll Tell Each Other Everything”, de Emily Atef.

Ambientada en el verano de 1990, la película narra la vida en una granja que hasta hace poco estaba cerca de la frontera que divide las dos Alemanias. Mientras la familia espera una importante visita de su hijo, que en el pasado se había trasladado al oeste, la joven María intenta dar sentido a su existencia.

Mientras lee atareados libros y mantiene una relación romántica con un hombre de su edad, se ve tentada por una apasionada experiencia con un vecino muchos años mayor que ella.

Adaptación de la novela homónima de Daniela Krien, esta película es una clásica historia de madurez que utiliza la metáfora del verano como momento de transición a la edad adulta.

Emily Atef tiene buena mano desde el punto de vista fotográfico (ya lo había demostrado en “3 días en Quiberon”, película en la que interpretó a Romy Schneider), pero su simbolismo resulta a menudo demasiado didáctico y la excesiva duración de la película -alrededor de 130 minutos- hace que la implicación resulte cansina.

El razonamiento en torno a la incertidumbre alemana tras la reunificación es digno de mención, pero ni siquiera este taco está siempre bien explorado y sobre la película planea una sensación de haberlo visto ya todo difícil de ocultar.